Hoy le pegué a una paloma con una lata de refresco.
Eructé en voz alta en la cafetería del Cubo.
Le dije a alguien: “Espero algún día decepcionarte”.
Toqué Ukulele mal.
Le vi el culo a una chava bien bonita.
Ella se dio cuenta y me sonrió.
Hoy no intenté convencer a nadie de nada.
Como siempre.
Y ayudé a más de ocho personas en menos de dos horas.
Y sentí que hice mucho.
Resolver pedos.
Hacer llamadas.
Decidir rápido y seguro.
Como si fuera un gran ejecutivo.
Pero no lo soy.
Soy un gran pendejo.
Pero nadie paga por eso.
Hoy les dije a cuatro chavas “que se pudran en el
infierno” porque no
me hicieron caso para ir de misiones.
Pero conseguí 26 interesados.
Hoy le cancelé a mi psicóloga.
Pero lo más importante es que le pegué a una paloma en
el pecho con una lata de aluminio,
porque ya no me importa nada, porque ya no creo en el
amor.
Amén.

Fotografía por TolikTolik TolikTolik