¿Alguna vez te has sentido perdido al punto de dudar si el lugar en el mundo, en el que has decido habitar, es el correcto para ti?
Este sentimiento es frecuente, casi diría rutinario.
Cada tanto me encuentro analizando el alcance de mis sueños y deseos y como estos van transformando mi persona y la forma en que me coloco en el mundo que me rodea.

Después de meses de angustia y dudas, hoy me encuentro aquí, que no es el mismo sitio que antes, no con la misma gente, el mundo ha cambiado, ha seguido su curso, y yo he cambiado con él.
¿Qué me depara mañana? Sería difícil saberlo, incluso proyectarlo. Por ahora, la paz que se ha instalado en mí me es suficiente.