Tal vez eso sea el erotismo,
acercarse a la muerte
y no morir.
Camila Sosa Villada
A Gael Alejandro Marquet López
I
Debió ser la luz que emanaban
mis entrañas
en el centro del mundo,
una forma de morir
deshebrándose
por la hendidura,
suave,
un dulzor sangriento,
vulnerable hebra
de polen
perdida en la herida.
Allí,
piadoso descender al núcleo.
II
Este plácido estado,
desplegado en
la noche de mi cuerpo,
me arrastra, intuitivx,
al borde
incandescente
de la fibra
fatal
del canto primero
en que la luz
dio forma a las cavidades.
Aquí estoy,
abiertx a la hondura
de tu plegaria.
III
Espero el calor
de aquellas
estrellas fúnebres
definan el código
del que está hecho
el placer.
Sin movimiento,
me habitúas al cálido
designio de la nada.
IV
Sol en invierno
a tu lado,
luz
y tu voz, ángel:
destino,
astro alineado,
dos de copas.
Te espero,
estás,
somos,
uno al lado del otro;
inalterable llamarada
que asciende
al sueño,
tierno designio
que se resguarda
al fulgor de tu pupila.
V
Todo vivo,
late
vaga
y se estremece;
es la posibilidad
de existir
fuera de este cuerpo;
soy,
ardo en eternidad.
Tu oración despierta
el átomo exacto
de mis sentidos.
VI
Nocturna es esta boca
florecida,
abierta,
rezumante a indiscreta
leche,
fresca música
de sublevadas oraciones.
Revestida y travestida,
solitaria boca,
Nocturna, sí, nocturna.
Avergonzada boca, innombrada boca,
degenerada boca.
Prohibida,
¿Ves acaso esto que me recubre y condiciona?
VII
El cazado
que se vuelve cazador
y el cazador
que es cazado;
el ciervo
es quien
dispara el arma.
En la entrega
total que es
su muerte
sucede
el misterio
de la carne.
VIII
La delgada línea
entre morir
y gozar,
detener la agonía
o sucumbir
al placer;
le rezo a mi cuerpx
como a un lugar amorfo,
todo ojo,
infesto de guerra,
odio,
entrelazado
y brutal,
muestro
mis extremidades
performativas a la luna,
bailo mi monstruosidad
al fuego,
me concibo en una orgía
rabiosexual, travestida
ágenerada
y marginal.
IX
Solitarie,
o tal vez solitario,
así,
amarro las noches
a mi sexo.
Mis dedos frenéticos
susurran extrañas palabras
de reconocimiento,
evocan al lenguaje de la luna.
En su insólita e infinita gramática
me contemplan.
Inmóvil,
dejo contener
el calor
sobre esta área poco
querida y explorada,
no es extraño,
o inquisitivo;
simplemente
es

Estudiante de Letras Hispánicas en la UAM Iztapalapa. Parte de su obra ha sido publicada en revistas digitales como Irradiación, Kametsa, Campos de Plumas y Blog Librópolis. Es autorx del poemario Vespertilio: hoguera de reminiscencias (2024)