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Apocalipsis
Cuando se enciende la noche y nadie atestigua su ternura, se acopla sigiloso a tu costado, te roza con falanges delicadas te besa de nariz y de mejilla. Nunca nadie te lo dijo: libres y domésticos, nocturnos y furtivos, insalvables, los gatos aman en silencio.