Yo no existo, a menos que sea en la punta de tus dedos dibujándome en el aire o bailando sobre tus palmas.
Yo no existo, sólo lo hago mientras me paseo por tu mente y me escurro por tu vientre.
Yo no existo si no es tu piel la que me deslumbra y tus ojos los que me arrullan.
Yo no existo, hasta que me cantas a media noche.
Yo no existo si no es para acariciar tu espalda y besarte los pies.
Yo no existo, a menos que te vuelvas ese necio delirante y me encuentres en alguno de tus cielos…
Fotografía por Edie Sunday
He pensado en quemar mi cama pero no tendría dónde dormir.
Que cansancio ser. La vida y yo no nos llevamos bien.