Esta vez tus finos dedos tocaron las tibias aguas de un mar intenso y arrebatado, las líneas en tus palmas se pintaron de cristalino azul, cuando caminas menta y violetas es el aroma que despide tu cuerpo por el roce de telas y pensamientos de hombre, tu calor funde la miel que deposité bajo tus dudas; canto bajo el sol de otoño mientras borro el poema que dejaste en un momento de distracción.

Espero la noche porque quiero llevarte hasta la mañana; despiertas con sal en los labios como quien beso al mar, te giras y al respirar violetas con menta matutina se hace mi carne, pruebas mi saliva y me tienes de nuevo… Intensa, arrebatada.

Tapizar con besos a otro cuerpo puede ser opción si deseamos adoptar una nueva religión (use los labios a placer y no deje centímetro sin recorrer, de la tierra hasta las nubes).
Quitar el polvo a palabras exquisitas debería ser obligatorio y bailar sin contar los giros y pasos podría revelar los espíritus dormidos.
Al final o la mitad ¿qué sentido puede tener la existencia sino se le sacude hasta conseguir su música?

Fotografía por Tatjana Suski? Ninkovi?