A Courtney Barnett la vi tocar en vivo en el Taronga Zoo en Sydney. Yo tenía mi boleto avión para regresar a México dos días antes del concierto, así que atrasé mi vuelo una semana para poder verla. Esa fue la primera vez que atrasé ese vuelo que hasta ahora no he tomado. Han pasado cinco años.

La segunda vez que lo atrasé fue por un concierto de los Pixies. Luego conocí a Gemma y fuimos juntos al concierto de Godspeed You Black Emperor! Para mi cumpleaños, David me invitó a ver a Paul McCartney en el estadio. Ya entonces yo estaba tocando también en algunos pubs de Newtown y Marrickville. El boleto de regreso a México se fue perdiendo entre todos esos boletos de conciertos a los que fui. Pero el de Courtney fue el primero.

Recuerdo que eran tres personas en el escenario. Me impresionó la fuerza de su guitarra y la facilidad aparente con la que ella cantaba. Todo parecía estar en su lugar mientras iban de una canción a otra. No sé si tocaron esa canción que estoy escuchando ahora. Lo que sí sé es que en este entonces, hace cinco años, yo necesitaba una pausa. Necesitaba alejarme de todo. Y aunque extraño mucho a mi familia y a mis amigos la verdad es que, a diferencia de hace cinco años, todo parece estar en su lugar. Por lo menos esta mañana.