Ojalá H supiera que es tan bonita como cuando pasamos por la 145 y ella cruza la acera para encontrar a Canela.
Que es bonita como las luces del parque de la 93 en navidad.
Que es bonita como un día soleado en la capital.
Que es bonita cuando me mira.
Que es bonita cuando brilla.
Que es bonita cuando es.
Que es bonita con su optimismo que es constante.
Que es bonita por ser ella.
Que me gusta cuando no pretende.
Que me gusta cuando camina por la acera con afán de comerse el mundo, y yo la miro con ganas de comérmela a ella.
Que me gusta que se guste.
Que me derrito cuando se pone ese vestidito negro y mueve sus caderas al compás del viento.
Que es una mezcla de templanza, tenacidad y un culito inverosímil.
Que me enloquece cuando salimos a pasear por la ciudad, o cuando me deja pasear mis manos sobre su espalda.
Ojalá H supiera que la quiero porque hace las cosas porque quiere, no porque me quiere.
Que amo despertar con su risa cuando ríe en voz alta.
Que amo las pequeñas ondas de su fleco y cuando me lleva a comer comida cantonesa.
Que alguno de mis hobbies favoritos es tomarle fotitos al atardecer.
Que amo cuando se queja en inglés, me besa en francés y sonríe en español.
Que la quiero porque me enciende y no me apaga.
Que lo hace cuando me lanza esa miradita retadora y de niña mala.
Fotografía por Martin Canova
Me gusta el café.
Diseñadora. Biodegradable.