Abrí los ojos y estaba en un mundo diferente.
Todo parece estar igual,
las cosas siguen como siempre,
unas hasta han mejorado, pero hoy hace años
que ya no estás.
A veces me siento culpable por haber sido
la persona que fui en todas esas situaciones
y aún que sé que es parte del crecer;
me gustaría poder abrazarte y
contarte todo.
Tengo el sonido de tu voz en mi mente,
la imagen de tus ojos viéndome por última vez,
antes de que dejaras de existir,
nunca creí que fuera la última…
Y aquí estoy yo,
en un mundo que conocía diferente.
En ninguna parte de mi vida
hubiera sido más fácil lidiar
con tu ausencia, lo sé,
me conozco…
Me costó entender que
no significabas lo mismo para todos.
No dejó de existir la misma
persona para el mundo que
para mí, no los culpo
yo era tu persona favorita.
No sé a donde se van todas
las buenas noches, los abrazos
y besos que te mando o
todas mis palabras cuando
imagino que hablamos y
estás escuchándome.
A veces escucho tus canciones
favoritas para imaginarme el
mundo en el que vivíamos juntos,
uno donde estás aquí…
Fotografía por Katya Mamadjanian.
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