Tu chamarra Azul

Sin embargo en estos días retrógrados. Aún sabiendo que no tengo ningún pretexto válido estoy rehabilitado de buscarte, esperarte.

Uno que otro día me dan recaídas de pensarte y el pretender ausentarme, fingir.

Chingado, no se me da eso de olvidarte.

A veces pienso que nos faltó el aire en otro idioma para despedirnos. Otra forma que no fuese la tortura del silencio.

– ¿Y si hablamos en secreto? – ¿Y si confío en mi intuición?

Tu chamarra azul me visitó en mi sueño.

Desperté.

Lloré.

Fotografía por Fernando Sarano