Somos traficantes de la tercera guerra mundial.
Ejercemos poderes telepáticos osteópatas del espíritu.
Relámpago de lo invisible.
Somos arrendatarios del amor.
Conjunto de repeticiones inútiles, vacías y carentes.
Autosuficientes del dolor mental, consecuencia de juicios erróneos.
Esclavos de un ciclo permanente de injusticias.
Títeres del sistema.
Investigadores de infracciones denunciadas por jugadores de ajedrez ciegos y paranoicos.
Vaivén de espejismos.
Funcionarios de Estados policiales inconstitucionales,
prestamistas de sueños exquisitos y de nostalgias,
testados sobre las células sensibilizadas por la enfermedad de la droga,
truncados contra la materia prima de la voluntad.
Fotografía por Michel Nguie
Personaje religioso.