¿Cuál es el origen de la canción?
Los acordes y la melodía de la estrofa salieron de manera espontánea, en algún momento del 2018 cuando estábamos empezando a trabajar temas nuevo. No recuerdo si el estribillo lo agregué después, aunque es muy probable. Yo [Juan C. Marioni] se la mostré a Seba Rubin y le gustó, así que decidimos hacer un demo. La letra la fui improvisando sobre la maqueta misma y así fue tomando forma. El toque final a la letra se lo dio Seba y durante el proceso de composición, también aportó la idea de eliminar un middle que tenía originalmente la canción. Un amigo mío que ya no está, Walter Egan, me encontró en una época en que no estaba muy bien, y me dijo “ya se te va a pasar”. Al poco tiempo, vuelvo a encontrarlo y le comento que estaba mucho mejor y que las cosas empezaban a mejorar, a lo que me respondió sin ironía ni sarcasmo “ya se te va a pasar”. De ahí viene la inspiración de la letra y el título.

¿Cómo fue la sesión de grabación?
No hubo una sesión de grabación en sí, sino un proceso de ir agregando capas a la maqueta inicial, cada uno de los músicos grabó en sus estudios personales y a distancia (gran parte en pandemia): Martin Lopez Cuesta la batería y Cristian Zielony el bajo fueron los primeros. Mis guitarras base quedaron de la maqueta original, Seba grabó sus guitarras aquí mismo en mi home-studio y luego fuimos al estudio Ambassador de Pablo Catania a reamplificar las guitarras. Finalmente grabamos las voces y Lukah Boo, desde España, colaboró con la armonía vocal aguda que arma prácticamente un dúo con la mía. Finalmente, fue mezclado por Hernan Agrasar y masterizado por Diego Guerrero.

¿Cuáles fueron las referencias, influencias o inspiraciones musicales?
Es el tema más uptempo que compuse y grabé en mi vida. Que sea una canción rápida lo tuve en mente desde el principio. Tenía ganas de hacer algo con una referencia Starsign de Teenage Fanclub y, por supuesto, salió otra cosa aunque algunas ideas para el sonido de las guitarras quedaron.

¿Qué es lo que más te gusta de la canción y por qué?
Me gusta la energía y potencia de la base y la redondez que tiene. También me gusta la letra, como quedaron los solos (que prácticamente fueron de primera toma), la estructura de las diferentes secciones, las armonías vocales y coros, y que sea una canción rápida como dije antes.

“Creo que el momento eureka fue cuando se sumaron la batería y el bajo reales, ahí el tema empezó a sonar de verdad –en la maqueta la batería era programada y el bajo era una referencia– y a cobrar otra entidad, a ser cosa seria.”

¿Cuál fue la parte más difícil del proceso y cómo se superó?
Fue un proceso bastante relajado y todo fue fluyendo naturalmente de principio a fin. Lo más difícil quizás fue el mastering, porque al ser la primera canción que mezclamos y publicamos, hubo que ir ajustando el sonido final a medida que se construyó el rompecabezas del disco. Hicimos tres versiones, pero al final quedó impecable.

Si hubieran podido invitar a cualquier otra persona a colaborar, ¿quién hubiera sido? 
En el tema tocan las personas correctas, así que no creo que hubiera hecho falta que nadie más colabore ni me imagino a alguien más tocando en ella. De hecho, la inclusión de la voz de Lukah Boo fue todo un hallazgo porque nos permitió de alguna manera conservar el sello de tres voces distintas que teníamos en el disco anterior. Esto hizo que el puente hacia el nuevo trabajo como dúo se diera de una manera más natural.

¿Cuál es el mayor reto para presentar esta canción en vivo y cómo se ha resuelto?
La hemos interpretado de manera acústica, y no nos ha supuesto ningún reto, las canciones que hacemos pueden tocarse solo con guitarras y voces (si no, no sirven, jaja), o con una banda completa. No es que sea indiferente tocarlas de una u otra forma, pero se pueden adaptar a diversos formatos.

Recomiéndanos alguna canción que hayas escuchado últimamente y que te guste.
Tried So Hard de Gene Clark.