El estado de las cosas que están a punto de desaparecer.


Todo lo que añoro: la siesta, las amigas, la contención, el tacto, la sal en el pelo, las tardes de calor, los abrazos, los sueños compartidos.


Mar del Plata, ciudad balnearia y nostálgica, en el momento justo cuando se vuelve dorada por la mejor hora del sol de enero.


Barrio de Retiro, año 2018.
Apareció por detrás de la imponencia del edificio de una manera tan fugaz que de repente toda premeditación sobre la foto carecía de importancia. Ante la idea de que algo otra vez se me estuviera por escapar de entre las manos, saqué la cámara de la mochila y disparé al cielo.


El ocaso del verano y el día que me di cuenta que atardecía cada vez más temprano.