Por todas las veces que nos dijeron que estábamos mal por sentir, por creer en los demás.
Nadie estaba en lo correcto, pues no hay una verdad única en el camino del corazón.
Nos equivocamos, sí, al tener sentimientos por las personas incorrectas.
Pero sentir no nos hace más ni menos, no nos hace débiles ni damos ventaja para que nos pisoteen.
Encontraremos muchas personas que no están en nuestra sintonía, que no nos valoran, que no se toman el tiempo para observar las estrellas.
Ellos no van a apreciarnos en toda nuestra naturaleza, por eso hay que volar.
Tal vez en otros firmamentos, sin tener que luchar contra la corriente, esté el viajero que sí desee acompañarnos.
Por todas las veces que nos hicieron sentir que nosotros éramos los rotos, sí lo estamos, pero lo aceptamos.
Aún así queremos sentir, la naturaleza, la brisa, la música y el amor.
En un lugar donde la mayoría prefiere no sentir, tener sentimientos es la más grande apuesta.
Fotografía por Andrey Rachinskiy
Las palabras me visitan a todas horas del día y yo las invito a pasar.