Time out

Junio de 1968 un mundo que no era este, nace una persona que decidirá despojarse de la misma en 2016.

Un dron nos espió por la ventana el último año, las cosas iban cambiando día a día, cada día era diferente, su forma de pensar cambió. La vida tenía menos sentido, era como si el dron tomara un poco de su existencia. Moría lento, cuando ocurrió todo, el dron se postró afuera de la ventana como lo hacía desde hace 364 días.

Cuando los rábanos hervían en la olla, tomó un cigarro salió lentamente al balcón, el dron estaba ahí observando.

Se termina el cigarrillo y entra, se sienta en la sala, prende la televisión, cambia de canales hasta el 175.20 en donde encontró la película Anomalisa de Charlie Kaufman, de repente soltó al aire algunas palabras

-Creo que mi vida ya no tiene sentido, siempre veo el mismo dron, la misma cama, la misma sala, me veo a mí, al cual no reconozco…

-De la televisión suena:- ¿Qué significa ser humano? ¿Qué significa sufrir? ¿Qué significa estar vivo?… 

-Nunca he podido responder a esas preguntas y creo que no tendré tiempo para ello- Se levantó del sofá y se dirigió a servirse rábanos hervidos.

Esa maldita tarde la decisión que tomaría de abstraerse del mundo, fue la decisión más fuerte, la cual logró darle una existencia de 2 minutos cuando se desangraba, en el momento de agonía experimento lo que significaba ser humano, el sufrir y entendió que es estar vivo, pero no lo sabremos, porque se fue hacía algo que no es la vida.

Son las seis de la tarde el departamento está cerrado, no hay ruido, abro la puerta principal, llamó por su nombre, no contesta, es raro porque siempre me contesta. Entro a su cuarto se escucha la canción de Pink Floy -Time, observo la colcha llena de sangre, su yugular cortada de un extremo a otro. Me quedo en shock, las lágrimas brotan – depresión, maldita depresión de mierda – grito, y como una salvación, me desmayo.

Fotografía por cem celik