Te elegí, entre tantas personas te elegí.
Blanco y negro, así éramos nosotras.
Tu tenias heridas muertas, que escondias dentro de tu alma.
Yo tenía ganas de aprender amar y ser amada.
Tu veías la vida de manera distinta, estabas llena de odio.
Yo quería descubrir el mundo, comenzar a vivir.
Aperentabas ser el alma de la fiesta pero estabas vacía, entre drogas y alcohol te sentias superior, inalcanzable.
Te miraba y lo único que quería era salvarte, salvar lo que más amaba.
Debí entender que lo único que buscabas era destruir lo que un día fuiste y que viste reflejado en mi.
Perdí la confianza, perdí mi amor propio y me daba miedo mirarme al espejo y ya no poder reconocerme.
Juzgabas mi manera de amarte, siempre querías más de lo que tu no me podías dar.
Teníamos que salvarnos.
Dejar de hacernos daño, tu vida gris se empeñaba a no dejarte creer que podías volver a empezar, cada que lo intentabas dabas un paso atrás.
Teníamos que salvarnos, teníamos una guerra y nunca encontraríamos el camino.
Teníamos que salvarnos, ya no había nada que hacer, estaba congelada y ya no podía sentirme.
Tenía que salvarme.
Fotografía: PJ Wang
La belleza de no parecerse a nada.