Te vas para nunca volver, pero te recordaré por esto y por aquello

Veinte-veinte, llegaste para marcarnos la vida por completo. Y aunque todo lo que comienza, algún día tiene que terminar; nada es para siempre, nada es eterno…
Se fue la unión familiar.
Se fue la costumbre.
Se fue la mala vibra.
Se fue el amor.
Se fue la ilusión.
Se fue la hipocresía.
Se fue la angustia.
Se fue la luz.
Se fue el ex-crush.
Se fueron amistades.
Se fueron las conversaciones de WhatsApp que me hacían sonreír.
Se fueron las canciones que le dediqué.
Se fueron las cosas que se tenían que ir.
Del recuerdo no se vive, pero tampoco se olvida de la noche a la mañana. Reconozco que también dejaste momentos increíbles…
Se quedó una nueva forma (normalidad) para convivir con propios y extraños.
Se quedó mi trabajo profesional.
Se quedó mi música favorita.
Se quedó el video de mi último concierto/festival al que asistí de manera presencial, [marzo, 2020].
Se quedó un souvenir que me alegró la vida, [noviembre, 2020].
Se quedó mi mejor amigo.
Se quedaron amistades cool, y la más importante…
Se quedaron mis personas favoritas: papá, mamá y hermana.
Agradecer siempre por lo bueno y lo malo: ¡Gracias 20-20!

Fotografía por Michel Nguie