Mi boca olía a mierda. No podía describirlo, pero lo sentía. Ese nefasto olor, que me recordaba en mi cabeza cosas que había olvidado. Olí mis manos y mis axilas,… sigue leyendo
Mi boca olía a mierda. No podía describirlo, pero lo sentía. Ese nefasto olor, que me recordaba en mi cabeza cosas que había olvidado. Olí mis manos y mis axilas,… sigue leyendo