Hoy fue una mañana extraña, similar a muchas otras, pero ésta tenía un toque diferente. Desperté con unas ganas inmensas de verte, desperté extrañándote, pero esta vez la sensación fue distinta, era como si te hubiera perdido, como si estuvieras lejos de mí, como si estuviera añorando un pasado. En ocasiones el enojo ciega o hace ver cosas, pero hoy no desperté así, sino que quizás con una pequeña tristeza por anhelar algo que veo que se aleja, es eso lo que mi cuerpo siente, la razón, no la sé.
Siento una necesidad, ansiedad de algo. Mi pecho respira ausencia, pero a la vez se llena de esperanza, de una ilusión. Mi corazón sigue danzando, tal vez son esos suspiros que lo mantienen en sintonía. Mis ojos mienten en ocasiones u otra realidad me muestran. ¿Duele? En ocasiones. ¿Vale la pena? El tiempo dirá. Pero en el camino sigo, como invidente hacia un destino que no conoce pero imagina ansioso cómo unos brazos, unos ojos, un todo… Que sólo sean de él y no sea compartido.
Fotografía: Isa Gelb