Sométeme a tus infamias.

Fúndeme en tus deseos.

Clávame tus blasfemias.

Apílame con tus trofeos.

Sedúceme a tu impureza.

Azótame por tus fracasos.

Desuéllame mi firmeza.

Ánclame a tus pasos.

Colmémonos de castigos.

Saciémonos con engaños.

Perdámonos como mendigos.

Y tratémonos como extraños.