– Sabes, soñé contigo anoche, descuida, no fue algo inapropiado. Aunque no sé, tal vez no te guste.
– Dime qué soñaste.
– Fue un día común, íbamos de compras, haciendo el super. Aunque al principio te sentí igual que ahora.
– ¿Cómo?
– Sí, que no querías verme, pero nos encontrábamos por casualidad y al momento de vernos sabía en mi interior que ya estábamos juntos.
De alguna manera fue un sueño muy común, pero fue muy hermoso. Como si pasáramos un día común, un día cualquiera, pero lo que más me gustó fue que en un momento nos tomábamos de la mano. Algo tan básico para algunos, para mí es una de las cosas más mágicas que puede haber.
Pero al final es solo un sueño, uno que espero podamos hacer realidad.
Aún te espero.
Aún te quiero.
Duro, justo y valeroso. Nunca buscando una pelea, nunca dándole la espalda a una.