Siempre habrá alguien más para ella, alguien que la hará reír, que le dará un mejor consejo, que le enseñará una nueva canción, que la escuchará cuando estés ocupado, que tendrá el tiempo de abrazarla cuando tú estés durmiendo o en la fiesta.
Siempre habrá alguien más para ella, que la invitará a una bonita cafetería, que le robará un beso, que le contará sus tristezas, que le dedicará una llamada, que le escribirá un tweet diciéndole cuánto le gusta, que le prestará su chamarra cuando haga frío, que la tomará de la mano para cruzar una calle.
Siempre habrá alguien más para ella, que le invitará unos tacos al pastor mejores, que le recomendará una película en Netflix, que le mandará un WhatsApp de buenos días, que le contará sus metas y sueños, que la llevará a la puerta de su casa para asegurarse de que llegue bien, que la verá como nadie la ha visto antes y que le dirá ‘te quiero’ una y otra vez.
Siempre habrá alguien más.

Escribo, pero desde que ya no estoy triste y estoy enamorado, ya no escribo, aunque podría escribir sobre lo que siento, pero nunca he escrito del amor, pero podría intentarlo.