Sobre la muerte y otras cosas…

No es que no sienta, es que respiro profundo y procuro poner una sonrisa en mi cara, siento que me salen mejor las cosas, mi día mejora y me la llevo tranquila. No limito mis sentimientos, pero procuro que no me invadan durante las 24 hrs que tiene un día. He ido a tantos velorios que ya se me hace ‘normal’, he perdido amigos como no imaginan, he acompañado a seres que amo en los funerales, me he tragado la tristeza para no caer, he perdido por suicidios, por enfermedades, por accidentes, etc. Y mientras escribo me salen las lágrimas al recordar tantas cosas y saber que nunca imaginamos que de la noche a la mañana estaremos serios enterándonos de una noticia así tal cual, fúnebre.

No soy egoísta, simplemente todos tenemos nuestra forma catártica de afrontar situaciones personales. Andamos por la vida, caminando, riendo, hablando, abrazando, comiendo, saludando, vistiéndonos con tristeza y antes de salir tomar una bocanada de aire y con la frente en alto salir a hacer nuestras actividades, y nadie sabrá nunca lo que llevamos en nuestro interior. A veces tomando una ducha deliciosa, intentando relajarnos, pidiendo fortaleza y alegría en nuestros corazones para seguir avanzando y llegar a donde queremos. Todos juzgan pero nunca son empáticos.

Es por eso que digo, que realmente no somos egoístas por no sentir como los demás, por no demostrar ante la sociedad ese cliché de como sentir, de como expresarnos y ser.

Abriendo el corazón.