El amor es un cerdo en el lodo,
no pongas cara de pendejo,
no es un sentimiento absurdo;
es disfrutar de cierto tipo de fortuna,
ser impermeable al juicio.

Es un vacío hermético liberado
cuando hasta el último aliento de preocupaciones y dudas
anula las verdades, dejando la mente como una gelatina;
cuando la ausencia de represión deja salir todo.

El amor es un despertar del alma
que permanece dormida en una jaula corporal,
hasta reconocer la meta de la mortalidad
en aquel que se encuentra en cada época destinada.

Fotografía por Abel Ibáñez G.