Es lo que aparece cuando tus ojos muestran las tinieblas.
Y genera escalofrío cuando miras con indiferencia.
Y te encierras en un mundo que no nos permites encontrar.
Y conversas con tus sombras que intentas ocultar.
Silencio.
Es lo que respiras cuando se te corta la voz.
Y cuando amaneces sin aliento para reponerte de los excesos de la noche anterior.
Y cuando te sientas por horas sin decir una palabra frente al computador.
Hasta que amanece nuevamente
y nos recuerdas que te habita
la desolación.
Fotografía por Edie Sunday.
