Sigo sin comprender

Aquí me tienes otra vez de madrugada, sin poder dormir… Giro en mi cama de un lado a otro tratando de conciliar el sueño, pero me es imposible ya que mi mente no deja de analizar el por qué agitaste todo mi mundo a casi un año de conocerte.

Han transcurrido 320 noches desde aquella en la que la primer sonrisa apareció sin saber que hoy me tendrías con lagrimas en los ojos al recordarte. Somos tan iguales que he llegado a odiarte y al mismo tiempo a alabarte, es una guerra interna la que provocas, por que eres lo que soy, eres lo que no quiero ser, eres en lo que deseo convertirme. 

Necesito buscar una cura a esta enfermedad, pues el corazón lo siento a medio latir, mi alma está distante de mi cuerpo y mi mente te pertenece. Lo más triste de todo esto es que no tienes idea de lo que estás provocando, pues en los últimos días te has mantenido alejado y ya ni siquiera respondes mis mensajes, esos en los que sólo busco rescatar lo que una vez llegamos a ser.

Fotografía por Barbaros Cargurgel