Ya no sé qué se supone que deba sentir.
No sé qué deba sentir por Wendy, no sé si la extraño o no sé si siento algo de rencor por lo que sucedió, me siento confundida el punto es que no quiero sentir odio hacia nadie, pero eso es un tema que no quiero ahondar hasta aclarar bien lo que sienta. Estoy viviendo una vida tranquila desde lo que pasé con Diego y todo el verano.
Siento que estoy acomodándome a una nueva vida que implica mi nuevo trabajo, mis nuevos compañeros, mis nuevas citas y esos cuantos amigos del pasado con los que vuelvo a tener contacto.
Y la verdad es que no me siento mal, trato de enorgullecerme a mi misma, de las cosas que hago y las que dejo de hacer para evitar el dolor como querer llamar a Diego y contarle mi día y lo que sucede en mi mente, a veces extraño su compañía, pero ya no tengo energías para tanto dolor.
Siento que llegar a mi casa, ver una película, comer algo, hablar unos minutos con mi mamá y reírme a solas en mi cuarto con la luz apagada como me gusta; son unos pequeños placeres que la vida me está dando. Me gusta ahora, me gusta este momento. Mi presente es tranquilo, relajado, no siento presiones, siento paz y quiero vivir en esta paz al menos un rato más.
Fotografía por Lars Wastfelt
Escribo mal.
Escribo acá solo para dejar de aburrirme de la monotonía de vivir.