Saludos, me despido

Hola.
Te dejé unos cabellos en el piso, a lado de la cama.

Te dejé un beso dibujado en del lado donde bebes tu café; un post-in con un “buenas noches”.
Las sábanas se quedaron heladas cuando te fuiste, y no sé cuando regreses.
Vino el gato a verte en la tarde.
El café sabe raro.

El calor es horrible, y el agua sale tibia.
Anoche llamé a tu madre para decirle que extraño tus canas.
Me consoló con una de tus canciones.
El calor es horrible.

¿Ya dije que te dejé un beso en tu taza? Empiezo a olvidar las cosas y la pared de los recordatorios está llena, pero no recuerdo nada, sólo tu nombre.
Las sábanas las entibió el gato callejero que adoptaste.
Cuando me acosté salió por la ventana.
El café sabe mal cuando no lo preparas tú.

Hace calor, el agua está fría.
Tu madre me dejó mensajes toda la tarde. Llamó varias veces
Creo que te busca.
El calor me quema.

Te dejé un montón de cabellos en el baño, no supe qué hacer con ellos.
Te dejé un café quemado, sin beso.
Te dejé la pared de los recuerdos vacía.
Creo que ya no regresas.
Me dijeron que ya no regresas.

El gato te busca. Tu madre te busca. Yo te busco.
Todos sabemos que ya no regresas.

Saludos, me despido.
Ya no sé ni qué digo.