Solo tenemos la noche…

Para habitar los cuerpos y desvelar al placer,
para ocultarnos de la masa y del deseo del divino impostor.

Solo tenemos la noche para asaltar los trópicos y reclamar lo que nos queda,
solo tenemos un camino para romper el suburbio del crimen eterno.

No somos pobres ni somos indios, somos esclavos cargando la blancura del
paroxismo capital.

Somos los no muertos de bala, los no desaparecidos…
Seremos la ameba en la presa del tirano.