Rutina del bondage

Últimamente he tenido distintos ajustes de sentido y praxis que mis emociones se hicieron una carga simbólica de santería y malas costumbres. ¿Qué tendrá de erróneo apostarle al infortunio si de lo correcto no he aprendido nada? Toda esa carga está llena de miedos, uno tras otro, hacen una persecución entre ellos.

Hoy tengo las manos llenas de desgracias, tengo displaceres, tengo mañanas en las que me destruyo con pensamientos, tengo aburrimiento al no tener respuestas, tengo una luz prendida en las noches, tengo miedo del propio lenguaje, tengo desentendimiento.

Cada vez estamos más moldeados por la desdicha, cada vez estamos más moldeados por nuestros sentidos que no conocen nada, y solo se dejan ir. Son las series complementarias de herencias, experiencias, traumas y acontecimientos que se dejan ir por el sentir.

Por ahora, solo padezco una angustia constante que ya le encontré un placer al sufrimiento- lo llamaría como un bondage existencial.

Cada vez estoy más cobarde que viva.

Fotografía por Anastasia Boichuk