Siempre he sido de pensamientos fuertes, feroces, contrastantes y conflictivos. La mayoría de mi vida he apagado pensamientos y creencias propias para no salirme de esa caja tibia en donde la mayoría encuentra sentido.
“No seas intensa”, “que exagerada”, “no pasa nada”, “no podemos hacer nada”, “nadie espera nada”, “solo a ti te importa”, es una pequeña lista de un sin fin de frases que me han dicho a lo largo de mi vida.
Me hicieron creer que yo era la que estaba mal, que tal vez nada es para tanto, que debías ir por la vida con discursos cobardes que detenían el diálogo, que hacer desde mi trinchera lo que podía era un acto de valor cuando no se acerca ni tantito a la definición valentía.
Amistades, colegas, personas cercanas… me excluyeron de conversaciones y grupos, haciéndome creer que mis pensamientos, creencias e ideales, estaban sobre valorados; que extender la mano al de al lado era más que suficiente y les digo, amigos, no es para nada suficiente, sólo es cómodo. Una comodidad que quieren retener a costa de la vida misma.
Hoy colapsé, me cansé. Me cansé de las mentes cortas, cómodas, conformistas. Me cansé de ajustarme al cubo, de callar mis pensamientos nacientes del amor a lo que me rodea.
Me cansé, colapsé. No entendía que mis exigencias a las personas son problema mío, no de ellos, porque al final su mundo ignora las realidades mayoritarias y sólo conoce las realidades privilegiadas, por comodidad, por conveniencia, no lo sé.
No quiero volver a sentir cómo mi cuerpo se agota y debilita a costa de todo lo anterior. No pienso volver a sacrificar mi bienestar a cambio de una tranquilidad naciente del egoísmo, ignorancia, insensibilidad y arrogancia, de corazones cerrados… No pienso callar ni un pensamiento, sentimiento o idea, por nada ni nadie.
No vuelvo a disculparme por sentir y pensar como lo hago, siempre lo he hecho con respeto y amor. No pienso amargar mi corazón pues es el que me ha mantenido viva, férrea.
Me resisto a dejar de lado mis pensamientos. Me proclamo amante de cada uno de mis sentimientos. Amo la pasión que exhalo y lo que formo a partir de ella. Amo sentir demasiado y lo que se crea a partir de eso.
Hoy colapsé, me cansé y fue la intensidad de mi mente la misma que me levantó repitiendo: Mi cuerpo es fuerte. Mi carne, viva. Mi corazón lleno.
Resistencia sentimental es lo que hoy declaro.
Soy el resultado de una combinada personalidad e inexplicable pensamiento. Soy un punto de vista, una manera de hablar, una pasión reflejada en imagen y texto.
De personalidad múltiple pero controlada. Publicista y fotógrafa; amante del arte, las letras y la cultura visual. Creyente del talento nacional y polea de aquellos que buscan sobresalir a partir de sus pasiones. Con “corazón roto” de nacimiento e inspirada en las nostalgias de la vida en general.