Estuve intentando recordarte la otra noche y me di cuenta que con el tiempo las imágenes mentales también se hacen difusas.
Ya olvidé cómo se sentía el calor de tus manos sobre mi piel. Poco a poco se ha ido difuminando el sonido de tu voz. Me es imposible evocar la textura y el tamaño de tus labios, no puedo acordarme de la forma en que estos encajaban con los míos.
De ti solo queda una masa, o más bien la sensación de esa masa y sobre ella, tus ojos, esos que tampoco alcanzo a diferenciar entre la multitud, pero en los que ví un día lo que no he vuelto a ver en otros. Esos que en nadie nunca más.
Fotografía por callaveron
Mi deporte favorito es inflar egos.