Mi corazón anda muy acelerado 
de tantas madrugadas 
llegando a tantas camas 
a cerrar los ojos 
a las cuatro a eme.
Cuando estoy en esta ciudad de ruidos 
y temblores esmeralda 
no tengo casa propia 
cama propia 
me vuelvo vagabunda 
reina de copas 
que se derraman todas 
en el camino de pavimento 
amarillo 
dejándome vacía
hermosa en mis andrajos 
de terciopelo negro 
con los que recorro 
estas calles propias 
sueños propios.
Mi casa 
a la que vuelvo 
después 
ahora es un museo donde se exhiben 
las joyas encontradas 
de ir a la deriva 
de escarbar tierra 
con el corazón ebrio 
pordiosero 
más acelerado.