Uno de estos días desperté con ganas de armar un outfit, el outfit ideal que me hubiese gustado portar en alguna de nuestras citas, pues quería que notaras lo perfecta que soy y verías lo afortunado que eras.

Tomé esa falda que tanto me gusta, mis botas favoritas, un top muy rockstar y por su puesto que para cubrirme del frio usaría ese suéter que me regalaste, el amarillo, pues es mi favorito, mi cámara y unos cigarros.

Sali a dar el rol y para mi suerte el clima estaba como me gusta, como nos gustaba… nublado, fresco, apunto de llover. Entré a una cafetería pues qué es del frío sin un delicioso café en mis manos, iced coffee es el que me gusta pero pedí un late caliente así como acostumbras tomarlo, quería sentir algo muy mío por ultima vez. A medida que me voy acabando mi café y mi cigarro, pienso en que tu ausencia será algo difícil de asimilar, estábamos en todos los escenarios juntos y quiera o no hasta una taza de café o si empieza a llover me recordaría a ti y ya no se sentirían igual, es un frio triste como los que solíamos tener antes de encontrarnos y ahora después de despedirnos he vuelto a la realidad, no te voy a decir que no te voy a extrañar (aunque tristemente lo que extraño es algo que ya no eras) pero quiero agradecerte que con tu partida me volví a encontrar y ahora el outfit ideal se volvió algo muy mío, para mi, para terminar una cita conmigo misma y volver a ser yo. Me tome una foto y por primera vez después de tantos meses volví a sonreír, volví a sentirme una estrella completa.