A uno le gusta pretender
Que es fuerte
Que insensible va
Sin necesitar de aquel o aquella
Y que nadie es capaz
De hacernos doblegar las manos, las piernas, el corazón y ni hablar de la razón
A uno le gusta lo recio pero camina siempre por los mismos pastos blandos.
Mismos que enlodan el caminar
Paso a paso, a cualquier velocidad que se avance
Imprimimos con lodo nuestra huella cada suelo visitado.
Dichosos y pocos son los que voltean y ven
Los que se asombran
Los que descubren
El sucio caminar de un ser blando.
De un ser que teme a vivir
A sufrir, a llorar desconsoladamente
A caer y aun mas, a ser levantado
Tiemblan fríos al sentir
Y se arropan para fríos seguir
Dichosos esos
Ganadores estos
Les dicen recios
Los que rápido o lento
Con o sin suelas
Caminan en pastos firmes
Que cosquillean poquito, que torturan bonito
Pues destino tienen
Bien fijo, bien marcado
El de ser, el de ser!
Y no guardar
El de dar y dar a montones
Poquito cosquillea
Cuando a pasito empieza
Porque se aventaron al vacío
Al pozo de los que deciden ser
Y no taparse
Los atrevidos, los imprudentes
Los que estruendosos se carcajean
Los que besan bocas
Y humanamente rozan piel
Los que con pasión sonríen
Recio aquel que sacudió el lodo
Limpio y ligero tomo la vía que le plació
Se envolvió de nervios
Mas siguió la vía y encontró..
Brutal encuentro tuvo
El mas bello adorno
Embriagantes destellos
Melodías brotaban
Y penetraban suave sus tímpanos
Inexplicable punto
Inexorable sensación
Viviendo estaba el recio
Por los brazos le recorrió
Un fuego atroz
El recio sentía a corazón abierto
por primera vez
Pero desconocía la procedencia
De tan grande suceso,
Del tan buscado sentir
Y mientras buscaba, acertó
Cuando volteo abajo y en el agua vio su reflejo, lo maravilloso del amor,

del amor a simplemente ser quien es.

Fotografía por Cleo Thomasson