Y que oscura es la vida cuando somos personas y sólo existimos, cuando se tiene la posibilidad de SER HUMANO y en verdad vivir. Y que oscuro es mirar el alma que no se conoce y no se reconoce. Que oscuro respirar nada más así… Morir, nacer y morir y sólo así existir. Que oscuridad en el protocolo y régimen de la vida en sociedad que no cesa de juzgar y limitar. Y ya que están en boga las recetas y paso a paso para llevar una vida en más y más oscuridad, aquí me atrevo a presentar una muy especial y sencilla para encontrar la luz:
“Receta para auto descubrirse, sanarse, liberarse y tomar consciencia”.
1.- Parece frente a un lago, fuente, espejo o en su defecto en un charco.
2.- Espere que éste se encuentre en calma.
3.- Observe y listo.
Ahora analice las siguientes preguntas:
¿Cómo se sintió al observarse?
¿Observó al culpable de sus males?
En caso de no poder aportar respuesta a las preguntas anteriores, por favor repita los pasos 1, 2 y 3 hasta que lo entienda, tómese la vida necesaria para resolverlo.
Y que oscura es la vida cuando de llevar la vida con recetas se trata… Si tan sólo miráramos el iris de los amantes y ahí, sin tanto, observar el reflejo de lo libre, oscurecido por nosotros.
Morelos, México (1990) Fotógrafa autodidacta. Licenciada en Educación Básica, Maestría en Pedagogía del Arte por el Centro Morelense de las Artes.Especialidad en fotografía antropológica; actualmente estudia el Doctorado en Historia del Arte por El Colegio de Morelos. Diplomado en enseñanza de la Educación Artística por el CENART. Ponente y expositora. Ser humano y madre.