Quizá-ojalá-tal vez

Que Quizá durmamos abrazados una noche de invierno, compartiendo ese calorcito bonito del que siempre hablamos.

Que Ojalá viajemos juntos y exploremos el sexo en cualquier calle random de un lugar en el que nadie nos conoce.

Que Tal vez compartamos el resto de nuestras vidas juntos siendo libres con esta individualidad que nos enamora cada vez más.

Pero regreso del sueño y toco las puertas de la realidad, esta realidad que me alberga en su casa y que con tanta calidez me invita a la mesa a sobre pensar cada vez más y me hace llorar o sentir que me tambaleo de izquierda a derecha sin poder encontrar mi centro bien definido, este centro mío solo mío en el que te invito a entrar si tu deseas. Me duele un poco la razón al pensar en que en verdad tu estás allá y yo acá escribiendo este texto triste, esta es mi realidad ahora, este es el significado de mi centro desestabilizado.

Quizá, ojalá y tal vez son la definición de mi estado actual. Lo que hace una por amor y lo peor es que me lo hago con tanto gusto porque al ver tus ojos, tu cara, tu risa contagiosa de niño, cuando te escucho por el teléfono es como perderme en ese viaje llamado sueño contigo.

Quizá, ojalá, tal vez se acaben estas dudas pronto.