¿Vas a saber cuando
quiera hablar de ti?
¿Podrás adivinarlo?
Duele mucho,
si no sabemos poner
las cosas en su sitio.
Y a ti te duele,
porque me pusiste
donde no debiste,
donde no me encontrarías.
Donde iba a escapar
muerta de miedo,
y me fui.
Cuando algo se inicia,
alguien tiene que lanzarse,
alguien decide dar un paso.
Fuimos los dos.
Pero a mí me duele,
porque decidiste tú
terminar con todo.
Y ahora vuelves,
ahora vienes,
y no.
¿Vas a saber cuando
quiera arrancarme la piel
pensando en tus manos?
¿Podrás con eso?
Duele mucho,
si no cortamos de tajo,
y dejamos crecer el odio.
Y a mí me duele,
porque me pusiste
donde no pude defenderme,
donde no debiste,
donde me perdiste
para siempre.
El amor sí termina,
a veces, en un segundo.
Las palabras se esfuman,
cuando nada las sostiene.
El miedo invade
cuando no se sabe
por qué te disparó
a quien confiaste todo.
Pero a ti te duele,
porque fuiste tú,
porque disparaste tú.
Y me pusiste
donde no te viera
morir de miedo,
donde no pudiera amarte,
donde huir
muerta de miedo.
Y ahora,
ahora no.
Fotografía por Coastal Driver.
Ciudad de México, 1994. Ha sido reportera de temas políticos, sociales y anticorrupción en El Universal y en La Silla Rota. Estudia lingüística en la UNAM. Escribe, escribe y escribe.