Quédate a mi lado cuando se vaya el verano que llevo dentro del pecho y yo estaré a tu lado en cada tormenta que nuble tu cuerpo.

Quédate cuando no exista nada más en mi piel que pueda florecer, cuando el mar de mi boca se seque y el café de mis ojos se acabe, quédate a mi lado para verme nacer otra vez.

Quédate cuando deje de parecer un sueño y me convierta en humano.

Quédate aunque ya sepas que voy a llorar en las noches, aunque conozcas lo que diré a la mañana y lo que voy a comer por la tarde.

Quédate cuando se nos acaben los temas de conversación, quédate, yo siempre intentaré inventarme uno o dos.

Quédate aunque ya conozcas todo mi cuerpo, mis virtudes y mis defectos, mi rutina, mis ocurrencias, mis sueños, mis miedos.