La voluntad se me enferma en el invierno
llega marzo
con el violeta de sus árboles
paciente
me va sembrando un dejo de vida en el alma

Aquellos murciélagos
que furiosos aletean en mi cabeza de diciembre a febrero
son comidos luego
por hermosas aves

La primavera acaricia la ciudad
florecen mis entrañas
poco a poco
me retoñan las ganas de existir

TODO ES FICCIÓN

Las bellas aves se desvanecen junto con el violeta y regresan las ratas aladas a devorarme la dicha.

Fotografía: Tamara Lichtenstein