Hay días en los que te siento tan cerca como cuando nos dormíamos juntos en el sillón, cómo esa vez que estábamos tan cansados que pusimos un documental de animales y nos cobijamos simplemente a dormir.
A veces, en las noches regresa la ansiedad aún con mi pijama que me la quitaba. Regresa con añoranzas de verte, quererte con abrazos y caricias en tus mejillas, con ganas de llorar contigo cómo un niño chiquito, pero llegó a la conclusión que es eso, un berrinche de niño chiquito porque ya no estás, al menos no de la misma forma.
No sé si sea la cuarentena, no sé cómo será cuando termine, si nos veremos otra vez o si podré despedirme de ti, no sabes cuánto imagino ese día en el que pueda abrazarte, recargar mi cabeza en tu hombro, soltar una lágrima y poder decirle adiós.
Quiero dejar ir, soltarte y dejarte vivir, no es justa está carga que voy depositando en ti.
Te quiero y te extraño, precisaba decírtelo.
Fotografía por Lorella Furleo Semeraro
No sé cuántos años tengo.
Si lo posteo es porque alguna vez lo sentí.
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