¡Por mis oídos!

1968. Los últimos 4 números de mi cuenta bancaria que coinciden con el año en que mi padre nació. Me gusta creer que estas coincidencias son fortunas de la vida, quizá debería apostar ahora mismo por esa combinación. Quizá solo es mi existencialismo proyectándose, tipo un guión de Kaufman.

Siguiendo mi tradición de jueves, tomaba café en algún lugar digno de ser fotografiado. No llevaba compañía. Las platicas a mi alrededor se metían por mis oídos.

–¡Amiga! No vas a creerlo. Estaba en el departamento de Marvin, para las fotos, ¿recuerdas? Estábamos revisando las tomas y ¡un dron nos espiaba por la ventana!

Qué caigan rábanos del cielo, diría mi padre.

Fotografía por ikebanalena