Las palabras siempre han sido peor que los golpes, son como balas y con el pasar de los años y las personas en la vida, aprendí a usarlas.
No sé bien cómo empezar a decirte lo que realmente quiero decirte, no sé si en una carta o en un poema, en la lluvia o una canción. No te conozco tanto ni desde hace mucho tiempo, no conozco tu color favorito ni lo que deseas cuando seas mas grande y sabio pero conozco tu olor y el calor de tu piel y te quiero. Te quiero y lo hago desde que compartimos por primera vez los primeros rayos del sol y un buenos días. Lo hago y no es común querer así, quizás esté exagerando pero creo que tú llegaste a sentir algo similar y es no creíble ni entendible que nos hayamos tardado tanto en enamorarnos. Fue repentino y no estaba planeado esa noche al bailar desde que mi mente me recuerda el tiempo atrás me gustaste; no sé si es sano decirlo o creerlo pero esto fue un ejemplo de aquello que estábamos buscando. El tiempo ha pasado y entre el, la sucesión de acontecimientos que fueron alejando y dejando un rastro donde se nos partió la vida. Te quiero. Me hace ilusión pensar que tendremos un encuentro y que en ese abrazo que nos demos nos volveremos a sentir como la primera vez. Te quiero y quiero señalar nuestra foto y decir que me duele en todos los idiomas del mundo. No debes entender como me siento, nunca te correspondió sin embargo gracias tú sabes porqué. Me hubiera gustado irme con los ojos secos y el alma intacta pero sería deshonesto.