Yo no quería hablarte, de verdad intenté ignorarte y aún así tú decidiste conquistarme, y lo peor es que lo lograste. ¿Ahora qué si a los meses me remplazaste y me ignoraste?
Antes me pintabas bajo la luna pero le diste la misma pintura a ella pensando que no me daría cuenta. No fue sorpresa para mí enterarme que esa pintura no era ni ella ni yo, sino que una simple pintura genérica que ahora dudo que seas el autor. Y aunque ahora se la clase de persona que eres, sigo esperando que me pintes, sigo esperando el día que me hables. Quiero que me digas que la pintura sí soy yo, quiero saber que fui tu inspiración y que cada vez que la ves recuerdas esa noche bajo la luna, escuchando música en medio del bosque.
Yo sé que ya pasaron muchos años y no, no te quiero de regreso solo quiero saber la verdad. Quiero dejar de sentirme como una tonta cada que pinte. Porque sí, tú me enseñaste a amar el arte y ahora cada que pasó una brocha sobre el lienzo pienso en esa pintura genérica. La he intentado replicar pero internamente sé que no es lo mismo porque tú no estás cerca, porque sé que al igual que tú, esa pintura ya le pertenece a alguien más.
Fotografía por Erik Wetsoe