Mis nudillos están sangrando
Mi respiración se escucha agitada
Tengo un golpe en la espalda
Y mi mano derecha se está hinchando.
Mis puños se cerraron
Mis ojos se abrieron
Un golpe
Solo bastó un golpe.
Y miro mis manos,
Se ven cansadas
No parecen las manos de un escritor gordo
Se ven algo viejas
Y las venas las hacen ver bien.
Estas manos, mis manos,
Que han construido un hogar
Que se han levantado para honrar al Señor,
Estas manos, sirvieron para defender a una mujer.
Tal vez no sean las manos de un caballero
Tal vez son solo manos,
Pero mis manos,
Servirán para defender tu honor.
No fue una pelea,
Solo fue un golpe,
Solo bastó un golpe.
Fotografía por Abel Ibáñez G.
Duro, justo y valeroso. Nunca buscando una pelea, nunca dándole la espalda a una.