El sábado en la noche escribí una nota:
”No es su culpa, lamentó no haberlo hecho antes, de haberlo hecho hace quince años les habría evitado la vergüenza y la pérdida de dinero”
La puse sobre la mesa.
Me despedí de Romeo, llené su plato de comida y le dejé una fotografía mía a un costado, regué mis girasoles, desconecté todos mis aparatos excepto la radio que está a un lado de la bañera.
En la radio sonaba esa canción de Radiohead que siempre odió mamá.
Tomé un sorbo más de mi coñac y entre a la bañera, una lágrima escurrió sobre mi rostro .
Empujé la radio hacía la bañera: una vez más no tuve el valor suficiente para llenarla de agua.
Lloré más de tres horas, durante quince años lo he intentado pero por desgraciada he llegado a otro domingo.
Fotografía por Isa Gelb
Amarilla