ojalá

Ojalá supiera a donde partió mi alma tan rápido, ojalá saber a quién se la di cualquiera de las noches que prometí lo que no podía dar. Tanto prometí que por no defraudar me defraudé a mí, y sí, di todo lo que soy, tanto que me quedé sin ello, lo di tan seguido, tan cotidiano como darle un pedazo de pan a aquellos que yo creía que no tenían qué comer. Mala suerte la mía tanto alimenté que me olvidé de alimentarme yo. Ojalá, ojalá me sintiera lo suficientemente cansada para dejar de correr. Ojalá me prometiera yo aquello que sí me pudiera dar, ojalá me quisiera tanto como quiero a cualquiera, ojalá me cuidara tanto como cuido de cualquiera.

Hoy yo me cerré las puertas de mí misma por abrírtelas a ti, por dejarte alimentarte de mí.

Fotografía por Martin Canova