Cinco años atrás, su vida había dado una serie de giros inesperados, sin embargo, ella se sentía seducida por la soledad.
Sobre todo la seducción de lo desconocido la tenía cautiva en la sed de ir de un lugar a otro, de conocer cada pequeño detalle, las miradas, quizás, los gestos que hacían las personas cuando se sentían atraídas hacia su temperamento, conoció una mirada que la dejo perpleja desde el primer instante, empezó su anhelo por la estabilidad y una noche de estrellas, sucumbió a un regazo que la llamaba una y otra vez, sobre todo en primavera.
No pudo permanecer en aquel instante, éste no fue suficiente para un alma nómada como la de ella.
Fotografía: John Kilar | Instagram
Como una espiral nómada.