Me dormi esperando tu presencia. Un aullido desgarro mi corazón.
El hombre lobo de tu indiferencia, a lamidas desvaneció mi razón.
Bajo tus ojos de llamas interminables, con el fuego todo lo que hubo, en cenizas terminó.
Y hoy que le ruego al viento que venga, parece que el muro de plata se lo impidió.
Ya no hay nada que pueda esparcir los restos al lugar que tu alma no reconoció.
Fotografía por TolikTolik TolikTolik