Ni juntos, ni nosotros

Pronto cesarán las invocaciones, pronto vamos a ser más reales que nosotros mismos y vamos a permitirnos ver el mundo libre de nosotros.
Tenemos que caminar para lograr sopesar nuestras cadenas. Y ahora en mi intento de correr, he palpado las imponentes cadenas que a tu nombre forje.

Te amo como a nadie en la vida voy a amar, en el nacer para ti y contigo que no se va a repetir jamás. Te amo y te extraño en cada victoria y cada derrota en la que deberías tu suturar las heridas y hacer alarde de mis cicatrices. Te odio por tu cobardia, por la inconclusa y consciente culpa que me dejaste al irte, porque has sido el único gran remordimiento.

Fotografía: Leandro Furini